Consumo de los mexicanos pierde dinamismo
El consumo de los mexicanos se ralentizó en los últimos dos meses. El Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) anticipó que persistió la debilidad durante el cierre de 2023 y principios de 2024, según datos que publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Después del fuerte crecimiento del consumo privado en noviembre de 2023, el indicador prevé en su estimación central que a tasa mensual el consumo no creció en diciembre de 2023 y avanzó solamente 0.1 por ciento en enero de 2024 frente al mes previo.
Para diciembre de 2023, el IOCP estima que no presentó cambio a tasa mensual. En la información de enero, la estimación de diciembre fue de una contracción de 0.4 por ciento, mientras para enero prevé que el consumo privado de los mexicanos registró un aumento de sólo 0.1 por ciento mensual. A pesar de la temporada decembrina, pero con precios elevados y altas tasas de interés, los consumidores en México mantuvieron la cautela al sacar su cartera.
De acuerdo con el Inegi, para diciembre de 2023, el IOCP estima una variación anual del consumo privado de 5.2 por ciento, dentro del rango 4.5 y 5.9 por ciento al 95 por ciento de confianza, lo que representó una revisión al alza de 4.5 por ciento que pronosticó en enero para dicho mes.
Si las estimaciones del indicador se materializan, el consumo privado se desaceleró al cierre del año pasado, pero aun así acumuló un crecimiento anual superior a 4 por ciento anual.
Hace unos días, el Inegi dio a conocer el dato del consumo privado para noviembre, el cual creció 5.6 por ciento anual con cifras originales, y 0.7 por ciento mensual con cifras ajustadas por efectos estacionales.
La variable repuntó mensualmente tras su caída previa. Por componentes, el único que retrocedió fue el de bienes de origen nacional, mientras el de servicios y el de bienes importados rebotaron. En su comparativa anual, el indicador se aceleró.
La inercia relativamente positiva con la que cerró el 2023, podría verse interrumpida en los primeros meses de 2024; no obstante, podría mostrar resiliencia ayudado además por los bajos niveles de desempleo, y un mejor ánimo de los consumidores. Posteriormente, la desaceleración económica, el rebote en el desempleo, la inflación elevada, y las altas tasas de interés, pesarán sobre la evolución del consumo.
La Jornada