Japón entra en recesión técnica y baja al cuarto lugar entre las principales potencias
Japón entró en recesión en el cuatro trimestre de 2003 y descendió al cuarto sitio entre las economías más grandes del mundo en 2023, al ubicarse detrás de Alemania.
La economía se contrajo a una tasa anual de 0.4 por ciento en el periodo octubre-diciembre, tras el descenso de 0.8 por ciento en el tercer trimestre de 2023.
El producto interno bruto (PIB) real, que equivale al valor total de los bienes y servicios producidos en Japón, se contrajo 0.1 por ciento respecto al trimestre anterior, tras el descenso de 0.8 por ciento registrado en el tercer trimestre del año pasado, mostraron datos preliminares del gobierno. Con ello, registró una contracción por segundo trimestre consecutivo, hecho considerado técnicamente como recesión.
El consumo privado, que representa más de la mitad del PIB japonés, cayó 0.2 por ciento en el periodo octubre-diciembre, descendiendo por tercer trimestre consecutivo, ya que el aumento de la inflación en medio de la contracción de los salarios siguió haciendo mella.
La inversión empresarial también se contrajo 0.1 por ciento. Las importaciones, cuyo crecimiento repercute negativamente en el PIB, aumentaron 1.7 por ciento, mientras las exportaciones crecieron 2.6 por ciento. Japón depende en gran medida de su comercio exterior, sobre todo las exportaciones de autos, aunque la debilidad del yen ha abaratado sus productos en el extranjero, lo que ha ayudado a firmas como Toyota en mercados complicados como China.
Durante 2023 Japón perdió su estatus de tercera economía mundial en favor de Alemania. El descenso se debió a la fuerte devaluación del yen, es decir, respondió más a la fluctuación de divisas que al rendimiento de cada economía.
Japón creció 1.9 por ciento en 2023, mientras Alemania se contrajo 0.3 por ciento, pero el fuerte deterioro del yen –de más de 18 por ciento respecto al dólar en los últimos dos años– hizo que su PIB nominal se sitúe en 4.2 billones de dólares, por debajo de los 4.5 billones de Alemania.
La caída de su divisa se debe a la decisión del banco central de mantener las tasas de interés negativas para impulsar los precios, mientras otros países aumentaron tipos para combatir la inflación.
Las cifras ponen de relieve cómo la economía japonesa ha perdido su competitividad gradualmente, a medida que la población se contrae a consecuencia del envejecimiento y una menor tasa de natalidad.
La Jornada