Petróleos Mexicanos (Pemex) paga más de 25 mil pensiones post mortem, es decir, rentas vitalicias a esposas e hijos de trabajadores ya fallecidos. De este total, revelan datos oficiales, un reducido grupo de alrededor de 60 familias obtienen pagos privilegiados que superan 120 mil pesos mensuales.
Dicha cantidad, para ponerla en contexto, es casi nueve veces superior al promedio de 14 mil pesos que deposita la petrolera mensualmente a familias de un trabajador fallecido; además, es casi 25 veces más alta frente a los poco más de 5 mil pesos que reciben en promedio los pensionados de la generación Afore.
Datos de la Plataforma de Transparencia indican que las pensiones pagadas a 61 familias, que van de 120 mil a 182 mil pesos mensuales, significan para la empresa productiva del estado un desembolso anual de aproximadamente 104 millones de pesos, esto sin contar diversas prestaciones que también reciben.
En este selecto grupo de familias que reciben las pensiones post mortem más elevadas de Pemex se encuentra la del fallecido Carlos Fernando Márquez Padilla García, quien durante el gobierno de Vicente Fox se desempeñó menos de un año como coordinador ejecutivo de la Dirección Corporativa de Administración de Pemex.
Esta pensión era cobrada por su entonces esposa María Amparo Casar, hasta que en febrero pasado le fue retirada luego de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador la acusara de presuntos actos de corrupción para obtenerla.
Según datos de Transparencia, hasta el cierre del año pasado la pensión cobrada por la analista política y directora de la asociación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad era de 4 mil 115.78 pesos diarios, lo que equivalía a 127 mil 500 pesos mensuales, o bien a aproximadamente un millón 531 mil pesos anuales.
Cuatro niveles
Las pensiones post mortem, de acuerdo con las normas de la petrolera, se calculan sobre el salario que percibía el trabajador al momento del deceso. Existen las de tipo A, a 100 o 90 por ciento; B, por ocho años, a 80 por ciento; C, las vitalicias, cuyo porcentaje se medirá de acuerdo con los reglamentos aplicables, y tipo D, donde el porcentaje para el cónyuge debe ser 80 por ciento y 10 por ciento para cada hijo registrado como derechohabiente.
Si bien la pensión post mortem que recibía Amparo Casar es una de las más altas en su tipo que da la petrolera, está lejos de la que ocupa el primer lugar, que es la del fallecido Ricardo Palacios Calva, quien se desempeñó por más de 30 años en Pemex y falleció en octubre del año pasado dejando a su familia una renta de 180 mil pesos mensuales o 2 millones 183 mil pesos anuales.
En segundo lugar está la pensión que cobra la familia del fallecido en 2020 Marco Antonio Murillo Soberanis, quien estuvo 33 años en las filas de Pemex ocupando diferentes cargos como el de director corporativo de Administración y Servicios, lo que le sirvió para dejar una renta vitalicia de 181 mil pesos mensuales, equivalentes a 2 millones 174 mil pesos al año.
La Jornada