Los mexicanos ultrarricos ocultan más de 200 mil millones de dólares en el extranjero, equivalente a 15 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país, de acuerdo con Gabriel Zucman, economista comisionado por Brasil, país que ocupa la presidencia del Grupo de los 20 (G-20), para diseñar un mecanismo que logre gravar con un mínimo de 2 por ciento las fortunas concentradas en 3 mil multimillonarios en el mundo.
Zucman comentó que hay alrededor de 20 o 30 milmillonarios en México –personas cuya riqueza acumulada supera los mil millones dólares–, y muchos más centimillonarios (alrededor de mil)”, que tienen un patrimonio que se cuenta en cientos de millones de dólares. Oxfam identificó a principios de este año 14 fortunas que superan los mil millones de dólares y están encabezadas por las de los dos hombres más ricos de América Latina: Carlos Slim y Germán Larrea Mota Velasco.
De acuerdo con investigaciones de Zucman, en promedio los multimillonarios del mundo pagan una tasa efectiva de 0.3 por ciento de su riqueza, mientras sus fortunas han crecido a un promedio de 7.1 por ciento anual durante casi 40 años. El esquema diseñado por el economista para que al menos paguen 2 por ciento será presentado el 25 y 26 de julio en el marco de la reunión de ministros de Finanzas del G-20 en Río de Janeiro y de entrada podría dejar hasta 390 mil millones de dólares, según sus estimaciones (bit.ly/3zuHNoR).
Durante un conversatorio convocado por Oxfam, Zucman consideró que entre los principales retos para gravar la riqueza, no sólo en México, sino a escala global, están cómo valuarla, cómo identificar a los multimillonarios y cómo evitar que éstos se muden a países con bajas tasas de impuestos, conocidos como paraísos fiscales.
Esos desafíos, que son reales, también tienen soluciones reales, enfatizó.
De inicio, para valuar la riqueza de los multimillonarios se puede partir de identificarla en activos –grandes participaciones en empresas privadas y acciones de compañías que cotizan en bolsa–, y para ello se debe usar toda la capacidad financiera común entre países y tener registros de beneficiarios reales, comentó Zucman.
Sobre todo porque las compañías también participan en ese movimiento de recursos fuera del país. De acuerdo con una publicación anterior de Zucman, en 2022 las grandes empresas de México trasladaron a paraísos fiscales 5 mil millones de dólares en ganancias que hicieron en el país, lo que representó 11 por ciento de la recaudación tributaria entre corporativos.
Una manera de paliar la evasión de corporativos se logró con la aprobación del impuesto mínimo global, que alrededor de 30 países ya estarían instrumentado y consiste en que las empresas tributen donde tributen no lo hagan por debajo de 15 por ciento de impuesto sobre la renta (ISR). La propuesta de Zucman para los ultrarricos busca un esquema compensatorio similar, que estas 3 mil personas pasen a pagar una tasa efectiva de 2 por ciento en su riqueza, más de seis veces de lo que actualmente entregan.
En enero, Oxfam identificó que 14 ultrarricos mexicanos concentran 8 por ciento de la riqueza en México, 11 de ellos beneficiados por privatizaciones, concesiones y permisos, que ha representado la transferencia masiva de riqueza de lo público a una pequeña proporción de personas en lo privado. De ahí que los nombres de Carlos Slim, con Telmex; Ricardo Salinas Pliego, con Tv Azteca; Germán Larrea, con Ferrocarriles de México, y Roberto Hernández, en el sector bancario, encabecen el listado.
La Jornada