Denuncia por abuso sexual a sacerdote protegido por la orden de los Escolapios

“Esto te va a servir para cuando tengas novia”, le decía el sacerdote José Miguel Flores Martínez a Javier Fernando Alcántara Cruz mientras sufría sus abusos sexuales cuando era monaguillo y su agresor era protegido por la orden católica de los Escolapios, el Vaticano, la Arquidiócesis de México y la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Los casos de abuso sexual de sacerdotes católicos continúan y también la impunidad, a pesar de la política de la Santa Sede de “cero tolerancia”. Las historias siguen multiplicándose en distintas órdenes religiosas que sistemáticamente se niegan a colaborar con las víctimas en la búsqueda de justicia.
Por eso, Javier Fernando decidió el pasado mes de mayo interponer la denuncia CI-FIDCANNA/59/UI-3/C/D/02184/05-2025 por violación agravada ante la Fiscalía de Investigación de Delitos Cometidos en Agravio de Niñas, Niños y Adolescentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Desde entonces, ha peregrinado por las distintas fiscalías siendo revictimizado y sufriendo la indiferencia de la jerarquía católica. El sacerdote pederasta que también abusó de otras víctimas, supuestamente murió hace tres años, aunque no existe certeza: “no sabemos si está vivo o muerto. En el video del funeral que me dieron, el féretro nunca fue abierto”, señala.
Para buscar una reparación integral, comenta que ya interpusieron otra denuncia por la vía civil por “encubrimiento institucional” contra los tres principales involucrados: el obispo español Pedro Aguado Cuesta, superior general de los Escolapios y consultor durante 16 años del Dicterio Vaticano para la Educación y la Cultura, el padre provincial de México, Fernando Hernández Avilés, y el ecónomo José Luis Sánchez; además de la Arquidiócesis de México.
La Jornada“Esto te va a servir para cuando tengas novia”, le decía el sacerdote José Miguel Flores Martínez a Javier Fernando Alcántara Cruz mientras sufría sus abusos sexuales cuando era monaguillo y su agresor era protegido por la orden católica de los Escolapios, el Vaticano, la Arquidiócesis de México y la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Los casos de abuso sexual de sacerdotes católicos continúan y también la impunidad, a pesar de la política de la Santa Sede de “cero tolerancia”. Las historias siguen multiplicándose en distintas órdenes religiosas que sistemáticamente se niegan a colaborar con las víctimas en la búsqueda de justicia.
Por eso, Javier Fernando decidió el pasado mes de mayo interponer la denuncia CI-FIDCANNA/59/UI-3/C/D/02184/05-2025 por violación agravada ante la Fiscalía de Investigación de Delitos Cometidos en Agravio de Niñas, Niños y Adolescentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Desde entonces, ha peregrinado por las distintas fiscalías siendo revictimizado y sufriendo la indiferencia de la jerarquía católica. El sacerdote pederasta que también abusó de otras víctimas, supuestamente murió hace tres años, aunque no existe certeza: “no sabemos si está vivo o muerto. En el video del funeral que me dieron, el féretro nunca fue abierto”, señala.
Para buscar una reparación integral, comenta que ya interpusieron otra denuncia por la vía civil por “encubrimiento institucional” contra los tres principales involucrados: el obispo español Pedro Aguado Cuesta, superior general de los Escolapios y consultor durante 16 años del Dicterio Vaticano para la Educación y la Cultura, el padre provincial de México, Fernando Hernández Avilés, y el ecónomo José Luis Sánchez; además de la Arquidiócesis de México.
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