El portavoz de Rusia, Dmitri Peskov, señaló que el país ruso se considera con derecho, si es necesario, a tomar medidas para desplegar misiles terrestres de corto y mediano alcance, ante el de despliegue de misiles balísticos de EE.UU. en Europa y en la región de Asia-Pacífico, lo cual supone una amenaza directa para la seguridad rusa.
“En general, este desarrollo de los acontecimientos tiene un grave impacto negativo y consecuencias perjudiciales para la estabilidad regional y mundial, incluyendo un peligroso aumento de la tensión entre las potencias nucleares”, señaló Peskov.
